Nunca imaginé que las cosas simples son más difíciles de lo que parecen.
Oh, tú, amiga vigilante,
me privas del placer,
acotas mi camino,
tú que miras indiferente
cuando el dolor sonríe.
Oh, tú, amiga justiciera,
me recomiendas obligando,
bloqueas los miembros,
tú que prometes
cuando acabamos de empezar.
Oh, tú, amiga frívola,
me sostienes y estrangulas,
gritas y controlas,
tú que pareces dulce
tan sólo a larga duración.
Oh, tú,
sí, tú.
Hablaba de ti,
amiga Razón.
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