6.3.12

Relatividad y libertad nunca fueron sinónimos.


No todo lo que reluce es oro, ni toda la hierba sirve para tumbarse.
No todo el aire se puede respirar, ni todos los bebés son adorables.
No todas las ancianas cocinan pucheros, ni todas las carreras tienen primer puesto.
No todo lo que tiene color es alegre, ni todos los regalos son gratuitos.
No todas las palabras de amor tranquilizan, ni todo lo que siembras recoges.
No todos los sabios son buenos consejeros, ni todas las ventanas dan al exterior.
No todo es confiable, ni confiar en nadie es bueno.
No toda la grasa engorda, ni todo lo que sobresale es sobresaliente.
No todos los besos transforman de rana a príncipe, ni todas las lágrimas son de tristeza.
No toda la publicidad es engañosa, ni todos los coches transportan personas.
No todos los políticos son basura, ni todas las sonrisas son de felicidad.
No todo el azúcar endulza, ni toda la sal cristaliza.
No todos los amaneceres despiertan, ni todos los atardeceres encariñan.
No todas las playas tienen arena, ni todas las montañas tienen eco.
No todo lo que muerde hace daño, ni todo lo que molesta produce rabia.
No todo lo que parece, es.
No todo lo que grita suena más (y mejor).

2 comentarios:

  1. No todo lo que se escribe se siente, ni todo lo que se siente se escribe.
    No es tu caso, Lumalith. Me has hecho sentir lo que tú sientes.
    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Luci, muchísimas gracias. Comentarios así hacen que me inspire a seguir compartiendo vivencias, sentimientos y formas de ver el mundo. Un besazo enorme.

    ResponderEliminar